miércoles, 24 de enero de 2018

Héctor Cañón Hurtado.

La inmortalidad del hombre está en sus huellas. El alma del hombre son sus sueños. Por encima de la inmortalidad está la poesía, el universo mismo.

Bienvenido Héctor Cañón a Claroscuro.


*¿Quién es Héctor Cañón?

Si nos atenemos al sentido tradicional de la pregunta, resumiría que es comunicador y poeta, hijo de Luis y Luz Marina, un bogotano de 43 años sobreviviente del periodismo de medios corporativos que pervierte a la sociedad colombiana. Amante del fútbol y los chiles.  También un cuerpo que comienza a coquetear con la quietud y a pedirle prudencia a la mente. Si doy un paso más allá, es una búsqueda de alternativas para trascender los lugares comunes que no dejan satisfecho a ningún ser humano cuando se pregunta honestamente por su identidad.


*¿Para ti qué es poesía?

Parafraseando a Aldo Pellegrini, quien afirmó que es "todo aquello que le cierra la puerta a los imbéciles", diría que es "todo aquello que abre las puertas de la sensatez". Este es el tipo de preguntas imposibles al que, con el propósito de ser más eficaces a la hora de buscar respuestas, deberíamos acercarnos desde la negación. Poesía no es un género literario, no es una biblioteca babilónica, no es algo que se escribe para ganar premios, no es un don inaccesible para las multitudes, no es un lenguaje cifrado que acarrea sufrimiento o dignidad a quienes pretenden develarlo, no es un bocado cuyo sabor agridulce se pelean los miembros de una secta. Si pensamos en el Big Bang, podríamos decir que ni siquiera es un privilegio de la humanidad.


*¿Qué te motiva a escribir?

En el sentido negativo, es el miedo a las despedidas. Al voltear la página, es el deseo de justificar mi presencia en este lugar y en esta época. El amor, sin duda; motor de todo lo que le da, al mismo tiempo, profundidad y perspectiva a la condición humana.


*¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

Creo que fue uno de los primeros encuentros reales de mi vida. Desde niño empecé a sentirme afectado por el agua y el fuego, por las personas que me cruzaba, por las circunstancias, por lugares soñados y verdaderos a los que podía o no acceder con mi cuerpo, por la imaginación sana y por la corrupta. Enseguida vino la necesidad de darle vueltas, con un lápiz y una hoja en la mano, a esa sensación de ser tocado, e incluso devastado, por dichos encuentros. He tenido la suerte de tener siempre al alcance el alimento que, a pesar mío, me ha permitido mantener esa pulsión viva.


*¿Qué buscas en ella, qué has encontrado?

Como mencionaba me busco a mi mismo y a lo que me rodea: un punto esencial donde conectar con aquello que no logro entender aunque nos afectemos mutuamente. Lo único que he encontrado es la necesidad de seguir buscando.


*¿A dónde te ha llevado?

A un punto en el que, en contadas ocasiones, experimento el milagro de renunciar a darle vueltas a la misma manzana, a las historias trilladas, a la rueda del hámster. También me lleva a la silla y a la hoja en blanco, que a veces considero suficiente poesía.


*¿Hay alguna o algunas palabras con las que te identifiques?

Héctor. Cada vez que alguien la dice, incluso en momentos que no tienen nada que ver conmigo, volteo a mirar. Hay palabras, por otra parte, que me seducen. Están en constante renovación. En este momento podrían ser cántaro, alhelí, brújula.


*¿Por qué escribir poesía?

En mi caso no hay otro remedio para la soledad y la sensación de que esta experiencia de habitar un cuerpo y una identidad no tienen sentido alguno. Hacerlo es redención, alivio, deseo de libertad.


*Sino fuera la poesía el lenguaje elegido para sentir y expresar el mundo, la realidad, la intimidad. ¿Cuál sería ese otro lenguaje?

Como dije anteriormente, no considero que la poesía sea un género literario. Hay poesía en los universos animados e inanimados, en cada lenguaje con que el ser humano se ha aventurado a dejar testimonio de su paso por la tierra, en los instantes de comunicación perfecta. Sin embargo, creo que la fotografía, la meditación o algunas conversaciones con amigos causan efectos similares en mi que los poemas.


*¿Hacia dónde va la poesía?

¿Hacia donde vaya la humanidad?


El invitado



Héctor Cañón Hurtado

Bogotá, 1974. Poeta y comunicador. Se ha perdido en callejones y paisajes de América Latina y Medio Oriente con lápiz y papel en mano. Ganó el Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2018. Fue finalista del concurso de cuento El Brasil de los Sueños 2008. Al año siguiente ocupó el segundo puesto en el Concurso de Periodismo Ambiental de Conservación Internacional con una crónica sobre pájaros en vía de extinción. Su texto "De primerísima mano" fue seleccionado en la antología de crónica bogotana (1986-2006), de la colección Libro al Viento. Es autor de los libros de crónica  "En la intimidad de sus bibliotecas" y "Hazañas colombianas" de Editorial Norma y de los poemarios "Los viajes de la luz" "Cuarteto Elemental" de El Ángel Editor. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano y esloveno.



POEMAS DE HÉCTOR CAÑÓN

Selección de Cuarteto Elemental (ganador del Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2018)

De Antes de las olas, el agua

HOJAS EN LA CORRIENTE

Hay planetas flotando en el río,
hay un río hablando de prisa
como si estuviéramos muriendo
y un hombre soñando la corriente
de su reflejo en el cielo.


Hay hojas en la corriente del río.
Hay también un hombre
                                       un río
y planetas en la corriente del hombre.


Hay un río soñando que es hombre
y un hombre flotando en la corriente.





De Al amparo de las hojas que agita el caminante

SÉPTIMA ESTACIÓN

Escribir la palabra cielo
no es más honorable que decirla.
Lo que me trajo hasta la cima
quedó a la vera de las cuestas.


Todo lo que es azul
intenta conmovernos
y lo que un caminante perdió
puede brindarle abrigo siempre.


Las huellas olvidan
los motivos de los pasos.
Al no ser voluptuosa,
el agua no pretende
saciar la sed de la cumbre.


En la altura,
los matices son brotes
que alumbran el abismo.



De El desvanecimiento del contorno

NO ES EL HAMBRE IMPLACABLE
devorando al jaguar
ni el cuerpo insistiendo en bañarse
una vez más en el mismo río.


No sucede el círculo de los siglos:
el hombre escribe la noche
y el aire la atraviesa sin hacer ruido.



De Los frutos de la ira prohibida

REPORTE MÉDICO

Padece usted la popular fiebre de creer ser una persona. Lo confirman sus exámenes de sangre y la más novedosa prueba de adn. Es nuestra obligación informarle que usted está enfermo del síndrome de su nombre. Es por eso que le duele la mirada, que en las noches solitarias siente frío y que olvida el día del santo de las personas a su alrededor. Pero no se preocupe, señor o señora Como Quiera que se Llame, dicha enfermedad no tiene más cura conocida que la muerte. Afuera, nuestros asistentes le entregarán las medicinas necesarias para que se acerque de manera indolora al desenlace. Si tiene alguna otra molestia, no dude en incomunicarse por una línea que no existe. Somos pioneros en la medicina sin remedios y estamos orgullosos de ser un asilo que no acepta enfermos. Aquí los doctores son pacientes.


                                                                                   Héctor Cañón Hurtado

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