miércoles, 26 de abril de 2017

Bruno Nanti. La entrevista



El mundo va más allá de lo que percibimos con nuestro cuerpo físico;  es un adentro y un afuera. Es más que una estrella ubicada en nuestro centro cósmico, más que el efecto de los cambios lunares sobre las mareas. Más que Dios, más que el hombre.

Nuestras búsquedas propias y colectivas son inagotables, siempre queda un paso por dar, a una pregunta surge otra. Vivimos en conmoción, porque eso es lo que precisamente somos. 

Tal vez es la poesía, la columna que nos sostiene.


Bienvenido Bruno al espacio Claroscuro. 


 *¿Qué te motiva a escribir?

Las motivaciones suelen provenir de una de dos fuentes generales, una: la intención de transformar algo, en general amargo o triste, en algo quizás no mejor, pero más bello. No he encontrado terapia más eficaz para un derrape de desamor que mutar ese dolor en algo genuino y amable para los ojos, hace que valga la pena, si sale algo interesante, claro. Por otro lado, en las buenas, resulta útil para aterrizar y compartir, para intentar perpetuar sensaciones muy volátiles. Suelen ser mis dos móviles, poner belleza donde no la había, o aplastarla en la hoja cuando la hay flotando.


*¿Qué buscas en la poesía, qué has encontrado?

Bálsamo a veces, menos fugacidad otras. En general, belleza. La única verdad.


*¿A dónde te ha llevado?

A rozarla de vez en cuando, sobre todo leyendo poesía. A decepcionarme muchas veces, sobre todo intentando escribirla. Pero a entretener los ojos en el camino.


*¿Con qué palabra te identificas?

Sagatiba: la búsqueda eterna.


*¿Por qué escribir poesía?

No se me ocurre por qué no. Todos los caminos que prolonguen la búsqueda propia sin entorpecer la ajena son válidos. Además, da voz a los tímidos, conecta a los inconexos, confiesa el brillo de los que parecen nimbados de sombra.


*¿Por qué creer en la poesía?

Porque suele ser el escondite preferido de algunas de las más altas verdades, la belleza ante todo.


*¿Qué relación se crea entre poeta y lector?

Depende de la intención de ambos, hay quienes escriben para ser leídos, otros, solo para desagotar. Quienes construyen enigmas que cada lector deshilvanará de forma distinta, creando resultados originales, otros que ofrecen algo más irrevocable. Hay quienes ofrecen su intimidad, convidando así a que al visitar sus letras visiten sus adentros, y hay quienes tejen con lo de afuera, creando belleza sin comprometer los tejidos blandos. Pero en cualquier caso, la poesía es un juego que requiere de dos para jugarse mejor.


*¿Cómo ha sido tu andar poético?

Errante, curioso y torpe, pero lúdico al fin. No sé cuán productivo ha sido o vaya a ser, pero mientras lo disfrute andaré encaminado.


El invitado


Bruno Nanti, Argentina, 1987.

Topo patagónico de plumas aztecas, formado académicamente como publicista especializado en redacción creativa. Nacido en cuna de letras andantes, criado por partes entre México y Argentina. Amante de los trazos, sea tinta o carbonilla, las cuerdas vibrando y el cuero rebotando sobre el césped. Añora el mar y la familia. No aspira a tener mucho, más bien, a que lo que tenga quepa en su valija.  

2 comentarios:

  1. Entrevista para la historia. Bruno es muy joven y sin embargo, en todas sus expresiones, deja ver la sabiduria y vitalidad de un espiritu antiguo que quiere mostrar las posibilidades de la belleza y la importancia de las verdades. Me enorgullece ser su amiga y no me canso de aplaudirlo; para mi es una promesa, desde ya revelada, para el arte y la poesía.

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