viernes, 24 de febrero de 2017

Juan Carlos Carvajal Sandoval. Los poemas

Oda  a la derrota

"Al desmoronarse el sistema medieval, 
se impusieron los dioses del Caos, la Demencia y el Mal gusto".
John Kennedy Toole
La conjura de los necios

¡Cuán bello es resbalar
dos veces con la misma piedra!
Saberse silencioso,
                         ausente,
habitando nubes que los abismos no engañan.

Tan dulce la derrota,
       el diálogo sin oyente,
                el coito que se pierde entre las sábanas.


Estar perdido,
               saber que no hay camino,
que se aproxima la noche
        y toda fiera necesita compañía.

Cuán bello es llegar de último,
         o ni siquiera haber llegado,
por quedarse soñando con una sonrisa
que el conejo pierde de nuevo.

Cuan bello es resbalar
dos veces con la misma piedra,
llevar la piedra a casa,
y aplastar con ella las medallas.


Conjuro

Quiero conocer el futuro de mi cuerpo.

Los colores se vuelven salvajes,
Todos mis orificios conducen a la sed,
Anochezco.

Mi boca se llena de tropiezos
quiero hablar como mujer.

Una araña teje en mi interior
hilos de luz,
solo puedo permitirme excesos de piel,
hago de todo oráculo un abismo.

El canto de una bruja
Afila las llamas de las velas.
Mi vientre es un caldero
donde hierven mis deseos,
mis gemidos, mis látigos, mis palabras.

Renazco.
Hoy es amargo mi universo
dulce será mi conjuro.



Poetas 

Mirad a los poetas...
mirad cómo arden en sus nubes de letras,
sentados sobre el espasmo,
crudos de vida,
temblando ante la penumbra.

Contempladlos en sus tronos de aire,
hacen de la palabra su reino,
y exilian a los indignos.
Crean mafias, guerrillas,
carteles de verseros
que defiendan sus territorios.

Morirían si cayeran desde la cumbre de su ego
y se harían pura sombra si creyeran en su soledad.



La cita es frente al sauce

 A Guillermo Martínez
In Memoriam

El sauce guarda ahora
el cuerpo de tus versos.
Un dolor de luz
atraviesa el aguardiente
y entona un canto de despedida.
Cada poema es una lágrima,
pero también un libro
recobrado de los anaqueles del desierto.

Quiera el paraíso ser una infinita librería
de viento, jazz y galletitas de palabra.
Galopa allí, entre árboles de silencio
en el espeso recuerdo de los sueños del mar.



                                                                Juan Carlos Carvajal Sandoval


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