martes, 17 de enero de 2017

Carolina Bustos Beltrán. Los poemas

Tríptico I

Del estado del tiempo

1

Así la lluvia
cae,
Relámpago
hecho milagro.

Rodillas rasgadas
Me detengo
y
la lluvia
no llega, no existe.

Así la lluvia
es ilusión
en espera prolongada.


2

(Me toca) La tormenta
duermo
sueño que vienes
claro,
impetuoso.

(Me tocas)tempestad,
en ese acto violento
de entrar de improviso;
desapareces.

Esperé que pasaras:
lluvia.
Observé la ventana:
tormenta.
Quería escapar:
tempestad.

Comprender la alegoría
del estado del tiempo.
Pero tu rostro humedecido
tocaba
el borde de mi mejilla;
indagaba
en mis labios:

                            Besos.

3

Tu ser hecho chubasco
busca refugio
dentro de mi piel;
fuera la fuerza del viento
hostiga la noche.

Nadie
es
ni
está.
Somos
               charcos
                              desbordados en deseo.


                                                                                                            París,diciembre de 2015



E. E. Cummings y otros ciertos poetas

                                                                                                                     A Andres Contreras in Memoriam

Conocí ciertos poetas a destiempo.
Sus versos eran filas de sílabas incompletas
y sus sintaxis una sustancia absurda y delicada.

Pasé mis tardes a reconstruir sus modernismos
impasible frente al placer que me procuraba dicha tarea.

Perdí mi tiempo.

Silencio: estaba perdida; estoy perdida y tú poesía...

Cuerdas vocales que era necesario coser y quemar sus membranas para no escuchar más
palabras]

(tejido vital dotado de sonido vibrante (alambre de púas triturando el nervio: Destierro)

Tan fascinante como dudar de si
paradoja e hipocresía de nuestro tiempo
cuántas palabras de Vallejo pasaron por mi garganta anestesiada
y toda esa sal vertida en mi café para beberme a Pessoa.

pensé en él joven y bello, pintando y volando entre óleos y perfume de trementina)

Y a pesar mío, una lágrima (aqua) tu cuerpo desaparecía
y otro diminuto nadaba en líquido amniótico...

Rimbaud fornicaba con Verlaine y Verlaine le tiraba la lengua a un gato
Silvio, cuerdas sin ripio y un submarino en La Habana

chilenos del mundo, dos poetas. Neruda masca chicle y Violeta es cántaro de agua fresca.

Y mientras tanto, el trueno, la hoz y el silencio.
No sabía nada de la realidad, ni de las náuseas de un ser en mi vientre.

Leía a Pizarnik en el balcón de una ciudad: la mía.
Ayer vi una frontera, vi hombres, pasaportes y me fui, me fui sola.
¿Quién está aún allí? ¿Tú poesía? Mi país detrás.

Miles de cabezas ruedan; la vida, si lo sabéis, es la felicidad y ella es macabra.

Bebí vino, sabiduría y vi a los hombres morir de hambre en París; también de deseo.
Inviernos grises; Baudelaire héroe de adolescentes de la clase de literatura de la maestra
Perdomo]
Y nosotros torpes alumnos, poco o nada comprendimos.

¿Quién declamó un soneto shakesperiano? Ni mi tía, ni mi padre
pobre viejo lleno de arrugas invisibles, pobre idiota sin líneas en la mano ni destino.
Mi tía, un pudín que se desliza entre los dedos de los pies, y su amor a Bécquer.

Y esos poetas que me pertenecen sólo a mí, el delirio de mi soledad ergo mi poesía.

Amo los versos en español, en francés y en portugués,
nunca domestiqué con pericia el griego ni el latín
aunque confié en los poetas mayores: Homero, Catulo, Sófocles y Safo
vocablos, simetría y ritmo: música del Mediterráneo.

Silencio: Volver a vivir en francés.

Conocí la lengua inglesa a destiempo, de hecho ni siquiera la hablo.
Nos engañan, la poesía traducida nos llega disfrazada.
Las orejas que ignoran las lenguas bárbaras echadas a su suerte. Good luck baby!

Mathieu me presentó la poesía américana: Bukowski, Carver, oh divino Carver,
antes de abandonarnos como unos folios blancos.
Las puertas se abrieron y Jim conmigo serpenteó.

Invierno en Clichy, Andrés, su pintura, Chicago
Cohen y su sombrero negro.

Mentira, aún es invierno, la muerte minúscula. La muerte Mayúscula.
-La conocimos-Dijo ella.

Andrés murió. El acrílico seco reposa en la sombra.

Creí en Lorca, en Granada y los muertos se esfumaron de nuestros labios
y tanto amor y tantos versos y tanta vanguardia (...U S A 2) gastados]
Franco os mutiló las sonrisas. Hernández, 4 cebollas para un bistec
y un huérfano en una canastilla]
Dictadores de pieles, de árboles de olivo, de sangre en el río.
Me gusta esta oda adjunta, la poesía de verano es una farsa al frío de junio.

Chaud/calor; Froid/Frío:  Pluie/ lluvia; Mensonge/ mentira y
Tristesse/ tristeza

Conocí a E. E. Cummings a destiempo,
dos años en una biblioteca y aún perdí mi tiempo.
Sólo me quedan algunos poetas: Cavafis, Paz, Rilke, Andrade, Apollinaire,
tal vez Corbiére, los amores amarillos, ocres, naranjas y la miel de tus besos.

Andrés, Andrés, Andrés

¿Y ahora? ¿Quién te va a salvar? ¿Yo y mi pensamiento predicho al polvo?

Haikus, versos libres; prosa lírica, prosa sola; versos: arte o literatura.

Pobres seres solitarios como Miller que sobrevivieron a una ciudad triste llamada Clichy.

¿Y ahora? ¿Quién me va a salvar? Tú Carolina y tu pensamiento predicho al polvo. 

                                                                                                                    Clichy, junio de 2011




Gente normal/ Gente banal

Te sientas al frente de tres chicas
todas con el mismo ordenador gris de una manzana blanca
Te dices que cómodas son nuestras vidas
afuera hace frío, aquí calor, bebemos café, nos conectamos al WIFI
Es un momento aparentemente feliz.

Una de ellas se siente complacida
su novio le envía mensajes, ella caritas felices y quizá él le dice una que otra cosa coquine
debe terminar una disertación o un TD para alguna clase de derecho en Assas
y las 5 de la tarde tomar el tren de vuelta a su casa.

Entre tanto la espío. Pongo notas, malas, buenas, regulares,
Bebo mi té con leche y jengibre y observo con tontería el mundo banal
a través de las ventanas de internet y de los otros archivos Excel
que atraviesan mis minutos de tedio.

Todo es tan apacible
cuando termina el invierno
el sol va y viene pero nuestros cuerpos están calientes
y te preguntas si tanto confort no es un lujo

Recuerdas que debes escribir cosas serias,
que debes ser un ser humano ejemplar
que tienes tareas por cumplir
y dos horas de clase delante a las que irremediablemente no puedes faltar.

Estás en un café de paso con música gringa en el centro de París
Te sientes pender del hilo de la alegría y te asusta la gente normal
Los minutos pasan sin darte cuenta y
te dices sin remordimiento por qué hacer nada es tan placentero.

                                                                   París, Odéon,  15h47, 16 de marzo de 2016


                                                                              Carolina Bustos Beltrán

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