sábado, 17 de diciembre de 2016

Héctor Javier Delaloye Echavarría. Los poemas

Empujemos

Empujemos un poquito
-te pido-
Que no sea siempre
barro empobrecido
y desmemoria,
vayamos
hacia adelante
en cadena sin cadenas,
haciendo del amor
y el beso
dos bálsamos
elegantes.
Dejemos
a los líquenes
infructuosos
cubrir osamentas,
no admitamos
el florecer
de universos tristes,
apaguemos el televisor
para encender
las mañanas,
que las nubes sean
(por lo menos)
algodones
y toda nostalgia
nos garúe
finito.
Tendamos el ajuar
de lo bueno
y la gente
al fin
enriquezca.
Empujemos un poquito
-te ruego-
Y que la primavera
no traiga
hambre de pan
sin misericordias.

12.09.2014

Camino

Se habitan 
de algodones,
frazada verde tejida
en bobinas
cálidas,
resuello natural,
encimadas
cuestiones 
de maíces,
cicatriz
de tiempo.

El camino 
lleva
un murmullo
de verso
y elegancia



La otra guerra

Vienes con tu grito
de fusil y espanto,
un éxodo de huesos
en ribetes carmesíes,
tienes más sangre
por fuera
que corriéndote dentro.
Tus ojos
son dos ventanas
que ningún sol
asoma,
hay un charco inmundo
anegando el sitio
de tu alma,
un regocijo
de niños y cruces
tapiando tu corazón
desdentado.
¡Ay!
los pájaros
del desconsuelo
tejiéndote las huellas
todavía,
¡Ay!
las venas
gritándote en los labios
aquellos muertos
mas que vivos.
¿Cómo es
que todavía sueñas
con duendes aéreos
y estrellas,
cómo no te aturden
las campanas marchitas,
los llantos fúnebres
y agujeros?
Vienes con tu pecho
fuerte y ancho
escupiendo
hombría y podredumbre,
ondeas la bandera
meritoria
que gotea sudor
y condenas,
Pero tus manos
¡ay!
tus manos
siguen siendo
dos guillotinas
que tocan carne
y la trituran.

26.04.2014


Usted Y Yo

Usted sabe,
yo soy poeta,
no me gusta
pasar la tarde
cerrando balances,
gastos
y golondrinas rotas
que no vuelven.
Yo me quejo
del poco sol
y usted se queja
del costo
de vida,
a mí me seduce
cualquier hoja
que cae
y a usted
no le permiten
madurar tranquilo.
Verá,
yo soy poeta
y ningún jardín
me desconoce,
a mí
me nacen flores
y a usted
lo lastiman
las espinas
de las circunstancias,
yo acostumbro
disfrutar miradas
y a usted
le guardan lágrimas
en los bolsillos.
Usted
tiene casas,
automóviles,
espejitos de colores,
billetes aburridos
a toda orquesta,
sin embargo
yo,
usted sabe,
yo soy poeta.

27.08.2014




                                                                                    Héctor Delaloye



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