miércoles, 1 de junio de 2016

Henry Alexander Gómez. La entrevista

Para Henry Alexander Gómez, nuestro octavo invitado, la poesía es un acto de entrega, un altar donde florecen las palabras; sagradas, redentoras, efervescentes, luminosas.
Poesía es verbo en ejecución, es fiesta, comunión.
Él cree en la poesía; en la oportunidad única que da al ser humano de ser un mejor ser humano.

La poesía de Henry Alexander Gómez es una travesía en medio de silencios, de melodías metálicas, lluvias, el devenir del viento y la nostalgia.

Es un placer para Claroscuro compartir unos breves instantes con el poeta  Henry Alexander Gómez.

*Felicitaciones por el reconocimiento logrado en España al resultar ganador del VI Premio Internacional de Poesía José Verón Gormaz  ¿Qué significa en tu vida esta reciente distinción? ¿Cómo nace tu libro "Tratado del alba"?

Muchas gracias Sergio por esta invitación y la oportunidad de participar en este interesante espacio.

Desde luego, fue una bella sorpresa el reconocimiento. Aunque debo aclarar primero que un premio literario no te hace mejor o peor escritor. No garantiza nada. Y muchas veces, estos reconocimientos no tienen nada que ver con la poesía. Simplemente es una oportunidad para reflexionar sobre tu obra, sobre si estás haciendo bien o no las cosas y, por supuesto, para poder publicar. Creo que todos somos conscientes del poco apoyo que tienen los artistas en Colombia, y más los escritores; la falta de becas, de editoriales, de medios de comunicación que ayuden a difundir. Mucho más los poetas, que son os actores más vilipendiados. Pocas editoriales en Colombia, incluso las independientes, se arriesgan a publicar poesía. Muchos autores deben pagar la edición de sus libros, es la manera como se publica poesía en Colombia. Por ello, los premios literarios siempre son una opción, si no cuentas con el dinero para publicar y difundir tu obra.

Mi libro "Tratado del alba" es un libro raro, o por lo menos para Colombia, ya que estamos acostumbrados a otras poéticas y otros rumbos en la poesía. Incluso yo mismo me asusto de lo que significa el libro. Fue un trabajo que terminé de escribir el año pasado, fruto de un par de años de dedicación y que aún no sé si funciona. Este libro nace de lecturas de poetas como Carlos Obregón, Roberto Juarroz, Angelus Silesius,Antonio Porchia, San Juan de la Cruz, Hugo Mújica, etc. Se acerca a lo que podríamos llamar poesía reflexiva, con tintes que van hacia lo metafísico, inclusive a lo místico.

Es una reflexión sobre la poesía y su lenguaje. Sobre la palabra y el instrumento. Digo que me asusto por que en este momento ando por otros lados, escribiendo un libro casi contrario. Pero me alegra que un jurado en un país extranjero, y con una gran tradición literaria como la española, haya adivinado las claves del libro y hayan encontrado logros allí. Vamos a ver que pasa.


*¿Cómo defines tu voz poética, qué escritores la han influenciado?

Aún no sé si tengo una voz poética o, por lo menos, es una voz que va aprendiendo con la experiencia leída y con el ejercicio de escribir. Pienso que el escritor siempre está en proceso de maduración, buscando esa voz poética de la que tanto se habla. Cada poema, cada texto que empiezo a escribir siempre es un salto a un abismo.  Cada uno de mis libros habla de una etapa. "Georg Tralk en ocaso", que fue el primer libro que escribí y aún no se publica, es una voz primaria que intenta conversar con el expresionismo alemán. "Memorial del árbol" es el encuentro con la poesía, un aprendizaje con la palabra y sus formas. En "Diabolus in música" le apuesto a formas que algunos poetas ortodoxos no aceptan y es la poesía de la imaginación, la poesía ficcional.

Creo que la exploración del lenguaje, la manera en que  me comunico con la poesía, la imagen, lo reflexivo y la búsqueda constante de lo que hay detrás de la palabra es lo que marca mi manera de escribir.

Siempre trato de redefinirme. Siempre está la imposibilidad de la poesía. Hoy estoy escribiendo un libro sobre la infancia, algo que encontré cuando escribí mi poema "En el lomo de la vaca, el viento...". Siento que éste último libro es lo mejor que he hecho. Totalmente distinto a todo lo anterior.

Trato de leer todo lo que me llega y los libros de poesía siempre están en mi maleta. En cada época de mi vida hay autores que me han alimentado. En un principio, poetas como Georg Trakl, Vladimir Holan, César Vallejo, José Manuel Arango. Luego Olga Orozco, Carlos Obregón. Ahora estoy asombrado con la poesía norteamericana.


*Por lo general quienes escribimos poesía tenemos palabras recurrentes sobre las cuales gira nuestro pensamiento poético. ¿Cuáles son las tuyas, dónde radica su fuerza?

El poeta español Guillermo Molina siempre nos pregunta el por qué los colombianos andan obsesionados con la palabra sombra. Yo lo pienso y digo que tiene razón. Desde luego, cada uno de nosotros siempre se aferra a esas palabras que nos permiten explorar el mundo. Soy un escritor con un léxico reducido. Me gusta mucho jugar con la palabra "Dios".


*La Revista Latinoamericana de Poesía La Raíz Invertida ya camina por si sola.  Es un proyecto que demandó demasiado esfuerzo y compromiso. Cuéntanos un poco sobre su trayectoria, lo bueno, lo malo, lo que viene, lo que significa para la divulgación de la poesía.

La Revista La Raíz Invertida es un proyecto que intenta divulgar la poesía colombiana y latinoamericana. Es el ejercicio de mirar hacia atrás, las poéticas que nos anteceden. En Colombia no se lee poesía, no se conoce. Siempre escucho que Colombia no ha dado un gran poeta como Eugenio Montejo o Roberto Juarroz o Blanca Varela. Eso es mentira. Lo que pasa es que nos falta conocerla y difundirla. Poetas como José Manuel Arango, Emilia Ayarza, Carlos Obregón, entran muy bien dentro de la historia de la poesía latinoamericana. Falta mucho por hacer y eso es lo que intentamos con mis compañeros Jenny Bernal, Hellman Pardo y Jorge Valbuena. Le apostamos a que es posible creer en la poesía y su realización. Estamos en una constante reflexión sobre las posibilidades de la lectura y la escritura en cuanto a la poesía. Ha sido difícil porque no tenemos apoyo, pero igual, es un ejercicio que no podemos dejar de hacer, la poesía es inherente a nuestras vidas.  Ahora estamos preparando una edición impresa de la revista. Si todo sale bien, estará para noviembre o diciembre.


*A través de los talleres que orientas has podido ver el surgimiento de voces nuevas. ¿Cómo va la naciente poesía?

Los talleres son supremamente importantes. Bogotá ha crecido bastante, culturalmente, en los últimos años. Hay mucha gente con deseos de participar en los talleres de escritura. Pienso que los talleres de poesía son más importantes para la lectura que para la escritura. Generalmente entran personas con muchas ganas de escribir, con una sensibilidad hacia la poesía, pero con poco conocimiento de autores y lecturas. Existen falsos imaginarios sobre el poema, cosas como que "sólo se escribe sobre el amor", o que "sólo se escribe en rima" o que "la poesía es demasiado criptica y no se entiende". Por supuesto, esto se debe a nuestro sistema educativo, bastante tradicional, conservador y poco explorativo.  En la escuela nunca se enseña poesía, nunca se aborda, por ejemplo, la poesía oriental, o la escuela norteamericana, que son maravillosas y entendibles para cualquier persona.

Lo que hacemos en los talleres de poesía, por lo menos en mi caso, es más un ejercicio de lectura que de escritura, de sensibilización y descubrimiento con el género. Y a partir de estos ejercicios de lectura empiezan las personas a escribir.  Hay autores que comienzan a registrar una obra. En cualquier momento, todos estos espacios de escritura que actualmente hay en Bogotá darán resultados. Estoy seguro. Hace poco publicamos un libro (las estaciones del sol) con el trabajo de niños y jóvenes que participan del programa Súbete a la escena y que se dan en los CLAN en el área de literatura. Los resultados son asombrosos. Hay un ejercicio de escritura maravilloso.


*En tiempos de oscuridad. ¿El arte, o el pensamiento lógico?

El arte siempre es una manera de estar vivos. Creo que la posibilidad del arte y sus formas (desde el orfebre al que simplemente lo contempla) nos hace mejores personas. Apostarle a la educación artística es una forma de combatir y prevenir los problemas que aquejan a nuestra sociedad.  La poesía es aprender a ver y estar en el mundo.


El invitado




Henry Alexander Gómez, (Bogotá, 1982). Candidato a Magister en Creación Literaria de la Universidad Central y Profesional en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Es director del Festival de Literatura "Ojo en la tinta". Ha recibido diferentes distinciones, entre ellas, el Premio Nacional de Poesía Universidad Externado de Colombia, el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y el Premio Internacional de Poesía José Verón Gormaz de España por el libro Tratado del alba. 

Ha publicado los libros "Memorial del árbol" (2013), premiado en el IV Concurso Nacional de Poesía Obra Inédita, "Diabolus in música" (2014), publicado en Quito, Ecuador. Sus poemas aparecen en diferentes antologías y revistas de Colombia y el exterior. Hace parte del comité editorial de la Revista Latinoamericana de Poesía La Raíz Invertida www.laraizinvertida.com ).






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